Somos Mireia y Jordi, una pareja de Barcelona que solíamos venir a menudo por la Sierra de Guara atraídos por la belleza de sus parajes y por la cantidad de actividades de aventura que en ella se pueden realizar. Un día, hartos del estrés de la ciudad y de nuestros aburridos trabajos, decidimos probar suerte y venir a vivir aquí. Compramos Casa Perarruga, una casa grande y con muchas posibilidades, y hoy por fin, hemos podido cumplir nuestro sueño desde que llegamos aquí, abrir nuestra casa rural en Pozán de Vero y formar aquí nuestra familia!

Casa Perarruga es una casa de pueblo datada de finales del siglo XIX, y totalmente reformada en 2016. La casa consta de tres plantas, planta baja donde se encuentra la recepción y sala de estar con un sofá y unos sillones donde pasar un rato de relax, lectura o agradable conversación, el lugar mas fresco en verano y en invierno al calor de la estufa de pellet. En la primera planta se encuentra la primera de las habitaciones para cuatro personas con cama de matrimonio, litera y baño, la cocina comedor donde poder disfrutar de un buen desayuno con productos caseros y de la zona, preparados con mucho amor por Jordi y Mireia, y un bonito patio con barbacoa a disposición de los clientes donde pasar un rato tranquilo en compañía del sonido de los pájaros. Finalmente en la segunda planta se encuentran tres habitaciones mas, dos dobles y una doble con un sofá cama de matrimonio, las tres habitaciones tienen baño dentro.

La casa se encuentra situada en la tranquila localidad de Pozán de Vero, rodeada de campos de olivo, almendros y viñedos, se encuentra situada a orillas del rio Vero al paso por la comarca del Somontano de Barbastro. Un paseo por sus calles nos descubrirá hermosas casas construidas con tapial, piedra y ladrillo entre los siglos XVI y XVIII. Un antiguo comino conduce hasta la ermita de San Macario, del siglo XVIII, desde donde se contempla una hermosa vista del valle medio del Vero y de las plantaciones de Viñedo. Como puerta de entrada y salida del municipio, nos encontramos dos magníficos azudes sobre el río Vero, construidos mediante potentes muros de piedra cuya finalidad fue durante siglos la de derivar las aguas de río hacia acequias que permitieran suministrar agua de riego a las huertas así como accionar molinos como el de Castillazuelo. En ambos azuedes se han formado unas pozas de considerables dimensiones donde a día de hoy se puede disfrutar de un refrescante baño en la época de mas calor.