Buscar casas en Ródano-Alpes

La ubicación en el centro del pueblo, a un paso del casco histórico y cerca de la estación de tren. Estudio muy limpio y bien equipado con un menaje de cocina excepcional. El check-in es sencillo, siguiendo las instrucciones del propietario recibidas por email y el check-out exactamente igual, sin contacto físico con el dueño. Se agradece tener justo debajo de casa un supermercado y una panadería-pastelería fantástica. Muy recomendable para cortas estancias en Annecy.

El chalet era muy amplio y espacioso, perfecto para toda la família incluido los niños. Està perfectamente ubicado, sales de casa con los esquís y llegat a ella esquiando. Tiene una vistas increibles.

La limpieza impecable nos hizo sentir como en casa desde el primer momento. La decoración exquisita añadió un toque de lujo y calidez a cada rincón. Las habitaciones espaciosas y las camas cómodas aseguraron un descanso perfecto. Además, disfrutar del sauna y el jacuzzi fue la guinda del pastel para unas vacaciones realmente relajantes. ¡Sin duda, esperamos volver a este paraíso alpino!

El alojamiento es espectacular, la zona es preciosa y los huéspedes son un encanto, estuvimos el mes de agosto entero de vacaciones y sin ninguna duda volvería a repetir, nos sentimos como en casa, un autentico placer..

Nos obsequiaron con una copa de vino cortesia de la casa. El desayuno estaba exquisito. Si volvemos de vacaciones por esta zona, repetiremos.

Chalet muy confortable!! La parada del autobús a pistas en la misma puerta de casa, muy cómodo para ir a skiar o a chamonix. Plaza de aparcamiento para 2 incluso 3 coches. Habitaciones confortables y colchones cómodos

Nos alojamos 1 noche ya que era mitad camino entre nuestro lugar de vacaciones y nuestra casa, no está mal para alojarte 1 noche, tiene todas las comodidades, baño, cocina con todo lo necesario y habitación con tele y es muy amplio, nosotros éramos 4 personas.

Una casa preciosa ubicada en un lugar maravilloso , es un lujo despertarse en esas habitaciones y desayunar con vistas tan impresionantes al Mont-Blanc, unas vacaciones perfectas. Hasta los sujeta puertas eran preciosos, me enamoré de ellos, je je.

Jean y su marido han hecho de su chalet un pequeño hotel en el que te sientes como en casa. Tanto el desayuno como la cena están hechos con cariño y una estupenda materia prima, por lo que no deben perdérselo. Desde sus relajantes terrazas tienen unas magníficas vistas de los Alpes. Por último, darle las gracias a Jean por su amabilidad, simpatía y dotes culinarias.